miércoles, 30 de noviembre de 2011

Tu y yo...

Tu y yo... quizá uno mismo siempre y apenas respiro sin saberlo.
Sentir un corazón que ahora comparto y apenas late y siento que es de otro.

Llorar esas lágrimas que nunca afloran pero queman la garganta que
se anuda en la tristeza y apenas siento que fui yo quien se alejó en silencio.

Hablar desde lo mas profundo queriendo pronunciar hasta lo no vivido
y apenas se oye el murmullo de una sencilla lluvia de primavera.

Tu y yo... quizá nunca para siempre,
quizá siempre desde nunca.

miércoles, 2 de noviembre de 2011

De "Sólo quedaban recuerdos..."

Tribute to Dedo “Amedeo Modigliani” (Collage on board) 
(122 x 93) (2011) by Meko.
A veces pasan las horas tan cerca de uno que puede sentir el aroma del tiempo como a libro antiguo de desván, como a misal de abuela, como a incienso perdido de procesión.
Sólo recuerdos..., aquellas semanas vacacionales, aquellos primeros guiños y sonrisas a jovencitas sobre las rocas de aquellas calas mediterráneas.

Esos recuerdos..., cuando la felicidad es siempre, cuando la inocencia es una sonrisa eterna y cuando asaltan esas ganas inmensas de vivir y descubrir los mundos no hablados de los mayores...

 Jant Mecó...





domingo, 30 de octubre de 2011

De "Sólo quedaban recuerdos..."

Junto al timón de sus recuerdos pasaba las horas bajo la luz de la ventana que vigilaba la soledad del patio y sus confines.
Como tantas otras mañanas de silencios, llovían los pequeños pedazos de historia, delante justo de la triste y fija mirada de sus inhabitados ojos.
Algunos llegaban a posarse por un momento en frente de su callada soledad y dejando unas lágrimas asomar por debajo de sus párpados, lo abandonaban cual lluvia de mariposas en estampida.
Logró cazar un par de ellas y así quedó la mañana, soñándolas de nuevo entre los campos de sábanas que ahora le acurrucaban...

martes, 25 de octubre de 2011

De "Sólo quedaban recuerdos..."

Tras el reloj viajan nuestras ilusiones.
Tras el tic-tac viaja el silencio.
Tras el silencio se para el mundo.
Tras el mundo en silencio sólo quedan recuerdos...
Recuerdos que ahora pasean por la sala
envueltos en nubes de caramelo.
Pero algunos tan amargos como las frías noches sin techo...

A veces la soledad...

A veces la soledad es un paisaje anaranjado al atardecer esperando el último silencio, ese que da paso a la noche, a la ausencia, a la nada... y entonces encontrar el sueño que nos repara del día. Y mientras tanto soñar... "Oh baby I love you way..." tarareando esos acordes... "every day"...

martes, 2 de agosto de 2011

Sólo quedaban recuerdos...

... Otras veces, cuando la luz del sol se ponía en el horizonte, él se sentaba en la orilla del mar y se desaparecía en el ocaso.
    La brisa alimentaba sus pulmones, se relajaba su entorno, se silenciaba la tarde en sus oidos y siempre le amanecía una sonrisa imposible. Era una sensación de ingravidez, un vuelo en cielo abierto, una caida libre hacia las sensaciones sin nombre. 
    Y de nuevo el recuerdo llegaba a su puerto junto a la última ola de la tarde, esa que trae el reflejo de la luna junto a los pies bañados por la espuma tibia y serena de la mar...
    La mar, gigante inmenso de habitantes sin rostro, de silencios acuáticos, de continentes perdidos, de sirenas y atlantes...
    La mar, invernadero de nostalgias y tristezas... 
    La mar...